jueves, 4 de diciembre de 2008

No a un lugar sino a un tiempo

¿Por qué no?





No dipongo de todo el tiempo(ni de las fuentes) del que me gustaría para escribir una entrada sobre un tema muy distinto al que trateremos hoy.Hoy no visitamos un lugar, nos centramos en una época del año que según gustos gustará más o menos, pero que al menos será curioso.

Vamos a un tiempo marrón, que dura 89 días y 20 horas y se caracteriza por el acortamiento de los días.Ya son muchas pistas...



Otoño en español, fallen en alemán, podzim en checo o गिरना en hindi.Una etapa que tiñe las calles y los paisajes de sentimientos pasados, haciendo que todo parezca antiguo o con cierta vejez, como si derrepente estuvieras viendo el pasado.



Las luces de los coches se reflejan sobre el asfalta mojado, sino llueve, pasas por el parque pisando montones de hojas secas, la temperatura ya no es tan agobiante y da un respiro antes de que venga el verdadero frío.







Es tiempo para recoger cosechas, tanto literalmente como metafóricamente.Suele coincidir con el comienzo de un nuevo año académico donde muchas cosas son nuevas y empiezas con ganas de comerte el mundo.



Los días se vuelven grises y la luz del sol dura cada vez menos.Algunos cuando salen a la calle y ven el cielo encapotado, suspiran y piensan: "Vaya día de perros...".Yo en cambio, cojo una taza con cafe caliente, salgo a la terraza, veo como sale humo del café, miro al cielo, y mientras rodeo con mis manos la taza para calentarme las manos tomo un sorbo y sonrío, y entonces pienso: ¡VAYA DÍA! :)